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La serie que comenzamos ahora es Las doctrinas de la gracia: en el Antiguo Testamento.
Y lo que vamos a descubrir es que hay una larga línea de hombres piadosos que se extiende por el Antiguo Testamento, pero esa línea continua a través del Nuevo Testamento y ha continuado a través de cada siglo de la historia de la Iglesia hasta el presente.
Es una larga línea de hombres piadosos que han enseñado las doctrinas de la gracia. Y realmente comienza en el Antiguo Testamento. Ese es el punto de partida, con los profetas, con los jueces, con los reyes y los príncipes, los salmistas y los sabios, todos enseñaron las doctrinas de la gracia, hablaron a una voz, no hubo contradicción, no hubo inconsistencia, todos hablaron con gran claridad sobre la doctrina de la Gracia; y cuando llegamos al Nuevo Testamento encontramos exactamente lo mismo, no había una manera diferente en la que Dios aplicaba la Gracia a la vida de las personas como era en el Antiguo Testamento, así también es en el Nuevo Testamento y el mismo Señor Jesucristo fue el principal maestro de las doctrinas de la gracia.
¡Y en los cuatros Evangelios eso nos llega fuerte y claro!, un ciego pudo ver, y un sordo pudo escuchar — si abrimos la Biblia, ¿no?
Y luego cuando envió a sus discípulos, ellos siguieron predicando el mismo mensaje en el libro de Hechos y cuando escribieron las epístolas del Nuevo Testamento hubo una coherencia perfecta con las doctrinas de la gracia.
Y cuando avanzamos por los siglos por la historia de la Iglesia. Obviamente ha habido ciertos desacuerdos, pero quiero decir que en general aquellos hombres que tuvieron el mayor impacto sobre este mundo, aquellos hombres que iniciaron reformas y grandes avivamientos, iniciaron movimientos misioneros, hombres que impactaron continentes con el evangelio de Jesucristo, estos fueron aquellos hombres que expusieron las doctrinas de la Gracia.
Y así ha sido hasta el momento actual, así que, hay una línea, una larga línea de hombres piadosos, no dos líneas, no hubo una línea en el Antiguo Testamento, y ahora una totalmente distinta en el Nuevo Testamento y un estándar de enseñanza distinto en el Nuevo Testamento, ¡no!, es todo igual.
Y la forma en que las personas se salvaban en el Antiguo Testamento es exactamente como se salvan en el Nuevo Testamento, no hay dos evangelios distintos, solo hay un evangelio de Jesucristo que salva y en el Antiguo Testamento la gente se salvaba solo por gracia, solo mediante la fe, solo en Cristo, ¿no?
Y en el Nuevo Testamento es lo mismo, solo por Gracia, solo mediante la fe, solo en Cristo. Ellos miraban al futuro, a la venida de Cristo, así como nosotros miramos al pasado a la primera venida de Cristo, pero en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento predicamos a Cristo y a éste Crucificado.
Ahora bien, la manera en que esta obra salvadora de Jesucristo se aplica a la vida de los pecadores también es exactamente la misma desde el Antiguo hasta el Nuevo Testamento, hay una perfecta continuidad desde el Antiguo al Nuevo Testamento respecto a las doctrinas de la gracia que ahora se extiende por toda la historia de la Iglesia.
Ahora, cuando decimos las doctrinas de la gracia, ¿a qué nos referimos? Bueno, para decirlo de manera breve, lo podemos expresar en estas palabras, eso será muy simple, cuando decimos doctrinas de la gracia: Dios salva a los pecadores, Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo, trabajan conjuntamente para ser un Salvador. Dios el Padre es un Salvador, Dios el Hijo es un Salvador, Dios el Espíritu Santo es un Salvador, es por eso que cuando bautizamos lo hacemos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. No bautizamos solo en el nombre del Padre, y no bautizamos solo en el nombre del Hijo, ni en el nombre del Espíritu Santo, Cristo nos ha mandado en la Gran Comisión, Bautizamos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo ¿por qué?, porque las tres personas de la Trinidad son un Salvador, trabajan con una unidad perfecta de propósito y economía para salvar a los mismos pecadores.
Ahora bien, las doctrinas de la gracia se enseñan en la Biblia de tapa a tapa, desde el índice hasta los mapas, las doctrinas de la gracia se encuentran a través de toda la Biblia. Cuando decimos Las doctrinas de la gracia, estas doctrinas son cinco declaraciones de verdad. Cinco declaraciones teológicas doctrinales de verdad, respecto a la forma en que Dios salva a los pecadores, y todas están unidas. Son como cinco eslabones de una cadena, y están inseparablemente conectados, y si se rompe uno de estos eslabones, se rompe toda la cadena.
Así que, en ese sentido, una persona o acepta las cinco o rechaza las cinco, porque todas están unidas, y estas cinco doctrinas de la gracia son: Corrupción Radical, Elección Soberana, Expiación Definida, Llamamiento Eficaz y Gracia Preservadora. Quizás las conozcan con otros títulos usando el acróstico T.U.L.I.P. en inglés, Depravación Total, Elección Incondicional, Expiación Limitada, Gracia Irresistible y Perseverancia de los santos.
Estas son las cinco doctrinas de la gracia, y no fueron acuñadas en la Reforma, no fueron descubiertas en Ginebra o Wittenberg. De hecho, ni siquiera fueron descubiertas en África del Norte durante el tiempo de los padres de la Iglesia, de hecho, son más antiguas de lo que se enseñó en Galilea y Jerusalén, se remontan hasta el comienzo mismo del tiempo, se remontan al huerto del Edén, se remontan al tiempo de la Creación, se remontan hasta el comienzo mismo del Antiguo Testamento.
Y las doctrinas de la gracia se enseñan a través de toda la Escritura, simplemente fueron proclamadas por los padres de la Iglesia, y declaradas por los reformadores, así como por los puritanos y los del Gran Avivamiento, pero no se originaron con ellos, ellos eran solo los mensajeros, ellos solo eran porta voces que proclamaron esas verdades, pero están arraigadas y cimentadas en la Escritura. Son enseñanzas Bíblicas, son Verdades de Dios.
Ahora bien, al recorrer estas cinco doctrinas de la gracia lo que descubrimos es que la primera trata acerca del hombre y las otras cuatro tratan acerca de Dios, la primera, Depravación radical, comienza con el estado del hombre en el pecado, y luego cada uno de los siguientes encabezados, tratan acerca de Dios el Padre, Dios el Hijo, Dios el Espíritu Santo, y luego los tres juntos preservando a los salvados. Vamos a volver a esto muchas veces.
Como dije, la declaración más sucinta de las doctrinas de la gracia, es Dios salva a los pecadores. Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo, los tres actúan juntos en unidad perfecta.
¡Dios salva! La palabra salva significa ser librado de la destrucción, significa ser rescatado de la ruina, la Biblia enseña que todos pecaron, y están destituido de la Gloria de Dios y la paga del pecado es muerte, y la Biblia enseña que toda la humanidad está bajo la ira de Dios. Romanos 1 versículo 18, la ira de Dios viene revelándose desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los seres humanos, hombre y mujeres necesitan ser salvados, esa es una palabra bíblica, y significa como ya he dicho, ser librados de la ira venidera, ser rescatados del juicio final y el infierno eterno.
Ahora, las doctrinas de la gracia, enseñan que Dios no solo hace la salvación meramente posible, no es una salvación hipotética que ahora depende del hombre si la acepta o la rechaza que algunos a quienes el Hijo querría haber salvado nunca terminan siendo salvos, ¡no! En las doctrinas de la gracia Dios salva. ¡Realmente salva! Y en la cruz Jesús efectivamente salvó a los pecadores. No puso al mundo meramente en una posición salvable, no nos hizo meramente reconciliables, Él efectivamente nos reconcilió a través de la Sangre de su Cruz, Él no propició meramente en potencia la ira de Dios, Él realmente aplacó la santa venganza de Dios a favor de pecadores que merecían el infierno, hubo una transacción real de carácter definitivo que aconteció en la Cruz del calvario.
Esto es de importancia crucial, Dios el espíritu Santo lo ilumina en el corazón a través de una convicción y atracción, y a través del milagro de la regeneración, así que cuando decimos que Dios salva a los pecadores, queremos decir que realmente salva a los pecadores, y ese es el lenguaje tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. Hubo una salvación poderosa y triunfante de los pecadores en la cruz del calvario.
¡Dios salva a los pecadores! Pecadores que están en rebelión contra Dios, ya sea que hayan crecido fuera de la Iglesia, dentro de la Iglesia, ¡no importa!, pecadores fuera del Reino de Dios, pecadores muertos en delitos y pecados, pecadores incapaces de liberarse o de salvarse a sí mismo, pecadores incapaces de merecer la gracia de Dios y la salvación que Él ofrece, pecadores total y absolutamente dependientes de la obra de la Gracia en sus vidas. Y las doctrinas de la gracia expone esto en los colores más vívidos y en la presentación más grandiosa.
Las doctrinas de la gracia comienzan en la eternidad pasada, las doctrinas de la gracia se consuman en la eternidad futura, las doctrinas de la gracia se extienden desde antes de la fundación del mundo, a lo largo de todo el tiempo y luego a través de toda la eternidad futura, a los que antes conoció los predestinó, y a los que predestinó los llamó, y a los que llamó los justificó, y a los que justificó los glorificó. Sé que eso se enseña en el Nuevo Testamento, pero también está arraigado en el Antiguo Testamento.
Estas doctrinas de la gracia son doxológicas, promueven nuestra adoración a Dios a medida que entendemos esas doctrinas de la gracia, tenemos muchas cosas, razones para dar alabanza y honra a Dios que la que tendríamos si solo conociéramos parte de la historia de nuestra salvación.
Las doctrinas de la gracia son exhaustivas, las doctrinas de la gracia se convierten en una plena revelación de Dios hacia nosotros de lo que Él ha hecho para traer Su Gracia a nuestras vidas.
Y cuando vemos esto, y cuando lo entendemos, en las doctrinas de la gracia, nos deja con la boca abierta, nos deja de rodillas, nos enciende el corazón. Creo que realmente es el paradigma final por el cual vemos correctamente nuestra salvación.
No lograr ver las doctrinas de la gracia es tener un entendimiento nublado de cómo es que llegamos a estar en el Reino de Dios, pero entender las doctrinas de la gracia es ver con una visión 20/20 los propósitos salvíficos de Dios. Así que allí es hacia donde nos dirigimos y esto es lo que vamos a ver en estas doctrinas de la gracia. Ellas exaltan a Dios, glorifican a Cristo, aplastan el orgullo, dan vida, producen gozo, humillan el alma, edifican la fe, promueven el evangelismo, motivan las misiones, ¿captaron eso?, ¡ja!
¿Puede ser cierto todo eso, con solo estas cinco doctrinas de la gracia? La respuesta es sí, realmente amén, es cierto, y mientras más profundizamos en esto, y mientras más descubrimos las doctrinas de la gracia, hayamos aún mayores bellezas de verdad en la Palabra de Dios que hacen que nuestro corazón se eleve a las alturas del cielo, nos dejan anonadados y realmente son transformadoras, cuando uno llega a ver las doctrinas de la gracia, realmente es como si uno fuera salvado de nuevo, es realmente todo un nuevo comienzo del entendimiento —cómo es que nací en el Reino de Dios.
James Montgomery Boice solía hablar de un balancín en un parque de juegos, un sube y baja, y niños jugando en el parque, y él hacía la observación de que cuando un extremo sube, el otro baja automáticamente, y luego cuando el extremo de abajo sube el que está arriba baja, nunca se puede tener ambos extremos arriba al mismo tiempo, y él dice que esa es la forma en que la doctrinas de la gracia nos permiten ver quién es Dios y quién somos nosotros, porque las doctrinas de la gracia ponen a Dios en alto y a nosotros en una posición muy humilde, y cualquier otra forma de comprender la salvación tiene todas las cosas al revés, tiene al hombre en una posición superior y a Dios en una posición dependiente, eso está mal, son las doctrinas de la gracia las que sitúan a Dios donde le corresponde.
Dios el Padres, Dios el Hijo, Dios el Espíritu Santo desde toda la eternidad pasada y dentro del tiempo, y a través de toda las era por venir, como nuestro salvador y nos sitúa a los hombres donde nos corresponde, de rodillas mirando hacia abajo con un corazón agradecido, totalmente dependientes de Dios y su obra de salvación en nuestras vidas y cuando llegamos a descubrir estas doctrinas de la gracia, cómo construyen nuestra fe, vemos que Dios está actuando en el mundo que Dios ha estado actuando en nuestra vida y lo sigue haciendo.
Vivimos en un momento muy desafiante, de la historia humana, ¿no es así? Pareciera que el mundo entero está a punto de deshilarse como un suéter viejo, pareciera que todo está a punto de hacerse humo, ¿no es reconfortante para ti, para mí, saber que cada uno de los elegidos de Dios será salvo, y que Cristo va a edificar a su iglesia, y que las puertas del hades no prevalecerán contra ella?
Que Satanás ruja y aceche, que traiga el asalto que quiera contra el evangelio y contra la Iglesia, pero Dios es más grande y Dios va a llamar de este mundo de oscuridad a cada uno de aquellos que Él escogió por y para sí mismo desde antes de la fundación del mundo, a cada uno de los que dio a su Hijo en la eternidad pasada, para que fuera su regalo de amor y lo comisionó para que viniera a este mundo y pusiera su vida como el buen pastor por las ovejas.
Todos aquellos por quienes Cristo murió serán llevados a una relación salvadora con Dios por medio de Jesucristo, ninguno se quedará atrás y Dios el Espíritu Santo ha salido al mundo entero, Él es omnipresente y omnipotente, Él traerá convicción de pecado y llamará, y atraerá irresistiblemente, y hará nacer soberanamente en el Reino de Dios a cada uno de aquellos por quienes Cristo murió, a cada uno de los que el Padre escogió antes del comienzo del tiempo.
¡Qué gran confianza nos da esto! Esto debería animarnos a salir al mundo y compartir nuestra fe en Jesucristo, apoyar misioneros, sustentar ministerios que están difundiendo la Palabra de Dios, sabiendo que Dios mismo garantiza el éxito de su Evangelio, Cristo no habrá muerto en vano, cada gota de sangre derramada por Cristo en la Cruz va a cumplir el propósito y el plan eterno de Dios.
Así que, mientras estudiamos las doctrinas de la gracia… no, no se trata de simplemente de subir a una torre de marfil y tener una discusión filosófica acerca de ciertas visiones del mundo, ¡no! Este es el punto decisivo, esta es la realidad de la verdad que se lleva a cabo en el mundo respecto a lo más importante, ¡lo más importante! ¡El evangelio de Jesucristo! Y el evangelio es el poder de Dios para Salvación y realizará su obra en el corazón de cada uno de aquellos por quienes murió Cristo.
Así que, aquí es donde comenzamos nuestro estudio, y no sé qué otra cosa podríamos mirar que fuera más estimulante que lo que estamos viendo en esta serie. Así que yo oro y confío en que Dios guardará, y guiará a través de esta serie, y que Él iluminará estas verdades en vuestros corazones y las avivará en mi corazón.
Esta es un ancla para nuestra alma, Dios salva a los pecadores, por lo tanto, toda la gloria no es para el pecador, sino para el Dios que es el salvador de los pecadores, y es por eso que se necesitará toda la eternidad, a través de todas las edades venideras ante el trono de la Gracia para cantar nuestras alabanzas a este Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo, que nos ha rescatado de la ira que merecíamos justamente. Soli Deo Gloria, solo para la Gloria de Dios.